domingo, 27 de enero de 2013

Lebranche Asado


  • Finalmente, recibimos el plato con el lebranche asado, una rodaja de plátano también preparado en igual forma y una arepa gordita y prometedora. A la llegada del pescado y su penetrante aroma, concurrieron tantas moscas que, inútilmente tratamos de espantar con las hojas del periódico dominical. El lebranche estaba duro, seco, sin gusto. Le preguntamos al vendedor a qué precio lo había adquirido y nos apabulló señalándonos la exorbitante cifra de Bsf 120,00 el kilo; pero la sorpresa llegó al final cuando, aún hambrientos por la escasa densidad del pescado ofrecido, nos fue informado que cada plato costaba Bsf 250,00.
    La indignación fortaleció la rabia de haber “caído por inocentes” y ese mismo sentimiento es lo que me impulsa a alertar a los eventuales clientes del inhospitalario lugar. En efecto, lo que queremos es denunciar el llamado turismo a la “criolla”, entendido como la “puesta en escena” de la supuesta forma de vivir y cocinar de la región, pero en realidad un montaje aderezado de moscas, de falta de higiene; de la total ausencia de manteles; de la sustitución de servilletas por algo parecido al papel de lija y por la carencia de acompañamientos cónsonos con el “plato principal” ofrecido. Si esto no fuese suficiente, bastaría el sentirnos sometidos a un atraco ante el precio, lo cual nos obliga a hacer las siguientes consideraciones:
    1.- Todo turista quiere cosas típicas y propias de la zona o región en la cual se encuentra;
    2.- Esta necesidad de autenticidad del producto, no puede ir acompañada de las malas condiciones sanitarias y estéticas que los vendedores consideran como naturales. Por el contrario, ellos tienen que aprender que no le es dado someternos a la carencia de las pautas más elementales que son propias e irrenunciables del servicio prestado y de la calidad de los alimentos;
    3.- Pensar que todo aquel que circula por la zona “turística” es un tonto al cual puede engañarse, como se engañaban a los indios con espejitos, es tener un atraso de 500 años. Es necesario eliminar el concepto de “turista”, si se entiende por tal a un sujeto ignorante de las condiciones del lugar que visita y dispuesto complacientemente a extasiarse ante cualquier cosa que se le ofrezca por mala que sea. Ese espécimen no es de nuestro agrado, debemos hacerlo desaparecer y menos aún queremos que se nos identifique con él.
    Como conclusión, nos prometemos que, en algún otro recodo del camino, con una vista espléndida sobre la laguna, vamos a degustar nuestro próximo lebranche asado.


  •  Preparación:
  • 2 ruedas de lebranche
  • sal
  • pimienta
  • 1 taza de tomates
  • 1 taza de cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 taza de pasta de tomate

INSTRUCCIONES

Lave muy bien el pescado, sazónelo con limón, sal, aceite y póngalo a dorar en la parrilla.
Mientras, pique todos los aliños y prepare el sofrito con el aceite onotado.
Cuando se hayan integrado todos los aliños agregue los camarones, saltée unos 7 minutos
 y retire del fuego.
Una vez asado y dorado el Lebranche, colóquelo en una tabla de servir, báñelo con el sofrito y sirva acompañado de arepas asadas, y si son de maíz pilado ¡Mejo


link de video de la preparación de este exquicito plato: http://www.youtube.com/watch?v=dWQsejjNbWci r

1 comentario:

  1. Qué receta mal elaborada! Se copiaron y pegaron la preparación de otro plato!

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